El dar engendra el recibir, y el recibir engendra el dar. Lo que sube debe bajar; lo que se va debe volver. En realidad, recibir es lo mismo que dar, porque dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si detenemos el flujo de alguno de los dos, obstaculizamos la inteligencia de la naturaleza.
En toda semilla está la promesa de miles de bosques. Pero la semilla no debe ser acaparada; ella debe dar su inteligencia al suelo fértil. A través de su acción de dar, su energía invisible fluye para convertirse en una manifestación material.
Cuanto más demos más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida. En realidad, todo lo que tiene valor en la vida se multiplica únicamente cuando es dado. Lo que no se multiplica a través del dar, ni vale la pena darse, ni vale la pena recibirse. Si al dar sentimos que hemos perdido algo, el regalo no ha sido dado en realidad, y entonces no generará abundancia. Cuando damos a regañadientes, no hay energía detrás de nuestro acto de dar.
Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. La intención debe ser siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia. La retribución es directamente proporcional a lo que se da, cuando el acto es incondicional y sale del corazón. Por eso el acto de dar debe ser alegre - la actitud mental debe ser tal que se sienta alegría en el acto mismo de dar. De esa manera, la energía que hay en el acto de dar aumenta muchas veces más.
Cada un par de meses empiezo una revolución de roperos, cajas, repisas, etcétera, y pongo manos a la obra para ver que se usa, y que no se usa. Es un movimiento de energía que suelo hacer, para no sentir un estancamiento.
Voy agarrando cosa por cosa y me pregunto “¿cuánto hace que esto no lo uso?”, “en serio creo que lo voy a usar alguna vez?”, “puede serle útil a otra persona?”, y ahí empiezo a liberarme, nunca con pena de lo que se va, sino con alegría de que alguien va a darle un uso que yo ya no le doy.
Y es hacer ese recambio, para que cosas nuevas aparezcan en mi vida. Siempre trato de no ser “cachibachera”, y no juntar por “si alguna vez me sirve”...
Cuando era más chica guardaba cartas de amigas, o de alguien con el que haya salido, pero un día adopté esta filosofía, y quemé todo. Y así voy haciendo... De repente enfoco mis ojos en algún objeto y me digo “esa cosa cumplió su ciclo”, y la saco de mi casa...
Es mi ley del desapego. También me pasa con las personas... Y por ahora, nunca me causó daño, sino todo lo contrario =)
Nuestra verdadera naturaleza es de prosperidad y abundancia; somos naturalmente prósperos porque la naturaleza provee a todas las necesidades y deseos. No nos falta nada porque nuestra naturaleza esencial es la potencialidad pura, las posibilidades infinitas. Por consiguiente, debemos saber que ya somos intrínsecamente ricos, independientemente de cuánto dinero tengamos, porque la fuente de toda riqueza es el campo de la potencialidad pura - es la conciencia que sabe cómo satisfacer cada necesidad, incluyendo la alegría, el amor, la risa, la paz, la armonía y el conocimiento. Si vamos en pos de estas cosas primero - no solamente para nosotros mismos, sino para los demás - todo lo demás nos llegará espontáneamente.
9 ohmmm:
Quisiera ser una persona generosa y realmente me esfuerzo mucho por serlo. Lo que sí puedo decir con seguridad total, es que las personas que lo son, se ven plenas, felices. Yo conocí a muchos seres humanos generosos... quiero ser como ellos.
Hasta siempre.
Estoy de acuerdo, uno no tiene que atarse a cosas que no sirven, porque si tienen un valor emocional, lo van a tener siempre que las recordemos. Y lo mejor que podemos hacer, es ser generosos y hacer felices a otros. Ahí, todo eso de lo cual nos hemos desprendido, comienza a tener doble valor. Al menos para mi.
Un beso.
NO HAY NADA MAS HERMSOSO QUE DAR Y DARSE ES BELLISIMO TE COMPLETA COMO PERSONA SIN ESPERAR RECIBIR NADA A CAMBIO SOLO ES DARSE...
Buen ejercicio yo también lo hago, hay que salir de cosas que ya no se usa para que otras nuevas y más necesarias entren, además bastante solidario es ese acto:)
Excelente catarsis, yo también lo hago de tanto en tanto. Y me resulta muy gratificante pensar que aunque sea en algo pequeño, puedo ayudar a alguien dándole algo mío.
Yo soy bastante guardadora de todo, y siempre me digo, guardo esto por las dudas, y con el por las dudas, tengo cosas que ni se,y me cuesta un montón tirar. No la ropa, esa la saco y la regalo, pero otras tonterías... me acuerdo que tenía todas mis carpetas de cuando iba a la escuela, hasta que me mudé a un apartamento más chico y una amiga que es de tirar todo, me las tiró, me agarré una bronca que todavía me dura y pasaron como 15 años...
Soy desapegada con todo, menos con esas cositas que son mías.
Ahora, según dicen quienes han estudiado energía, metafísica y otros temas vinculados, hay que sacar lo viejo para dar lugar a lo nuevo, y hay que cambiar cosas de lugar, tener orden para quela energía fluya, así que hacés bien....
Me dio risa leer esto porque estos dias me mude y me costo muchisimo decidir que iba a llevarme y que no de toooodas las cosas que tenia.
Termine trayendo el 70% de las porquerias que tenia acumuladas. El resto fueron a parar a la basura, o a donaciones, dependiendo del caso. Solo traje una cajita chica con unas fotos que no queria dejar en ningun otro lado mas que conmigo, pero el resto...(lease: cartas y mails impresos) fue a la basura. Ahi deben estar. Y llore mientras las tiraba a la basura, ehhh!! me re costo!
Pero...cada cosa, y es muy real, cumple un ciclo en nuestras vidas.
Besos ohmmita!
¡Qué lindo ser despegada! Tu blog es un descanso.
Yo también lo hago cada tanto pero me hiciste recordar que hace mucho no lo pongo en practica. EN estos días me pongo a limpiar!! Un beso!!
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