martes, 17 de junio de 2008

Entrevista

-¿A qué apela en los momentos de debilidad, cuando siente que le quedan pocas fuerzas?

-A mi fuerza interior, que tengo porque afortunadamente la he encontrado. Llámala como quieras, yo creo que es una luz o algo que todos tenemos, estoy convencido de eso. No estoy de acuerdo con la gente que dice, por ejemplo, `tengo mala memoria`. Todos tenemos una gran memoria, lo que pasa es que es cuestión de desarrollarla. Eso es aplicable a cualquier orden de la vida. Todos contamos con una luz interior, sólo que unos la tenemos encendida y otros la tienen apagada. Hay que buscar el interruptor que nos ayude a encenderla. Esa luz es la que proporciona fuerza.

-¿Se acuerda cuándo encendió el interruptor?

-Yo siempre he sido muy positivo, he tenido la luz encendida. Lo que pasa es que luego hay tonalidades: clara, oscura, fuerte, intensa, débil.

-¿Habla de estas cosas en sus charlas de motivación?

-Hablo de la Pirámide de Maslow: autoestima y autorrealización, básicamente. La autorrealización es lo que todos pretendemos alcanzar en la vida y para llegar a ella tenemos que cubrir otras necesidades de esa pirámide: fisiológicas, de seguridad, de filiación, autoestima. A las primeras todos, que más que menos, las tenemos cubiertas. Lo que es difícil es la autoestima y mucho más la autorrealización. ¿Y para eso cómo se llega? Primero aceptándonos, aprendiendo a conocernos, saber dónde están nuestras potencialidades de modo de trabajarlas más y para conseguir de alguna manera eclipsar nuestras carencias. También aprendiendo más del trabajo de los demás, trabajando en equipo, no considerándonos autosuficientes, pensando que podemos ayudar y aportar mucho con nuestra manera de ser y de hacer las cosas. Te lo digo con una frase, pues a mí me gustan mucho las frases: "La felicidad consiste en colocar la ambición cerca de los objetivos que podemos alcanzar". Entonces, llegar a tener la luz que te haga ver esos objetivos es fundamental para alcanzar la autorrealización. Otra frase: "La constancia es la única virtud que hace que a la larga las demás virtudes den sus frutos". Es fundamental transmitir esa sensación de constancia, tenacidad, lucha, superación. La capacidad de superación está por encima de los límites que nos marcamos, siempre. En definitiva, todos alcanzamos una madurez moderada cuando somos capaces de integrar todos los aspectos que configuran nuestra vida, lo bueno y lo malo, sin grandes sobresaltos. La vida es en definitiva una continua búsqueda de un punto de equilibrio, y eso es lo que pretendo trasmitir.

-¿Siente que alcanzó ese equilibrio?

-Sí, hace tiempo ya. Por lo menos tengo la sensación de tener control de mi vida, y eso es muy importante.

En la comunicación humana, la gestualidad es importante para interpretar al otro, saber si miente, si está prestando atención, si está emocionado. ¿Es capaz de percibir ese tipo de cosas?

-Perfectamente, y a veces hasta mejor que vosotros. ¿Por qué? Porque nosotros estamos privados de la superficialidad aparente de las cosas y con la mirada (que es muy importante) y con los gestos se puede engañar perfectamente, pero con la voz es mucho más difícil.

-¿Dice que la voz es más franca que la mirada?

-Creo que sí. Porque vosotros basáis una gran parte de las entradas sensoriales en la visión, el 60%, y nosotros lo suplimos con otros sentidos. El oído es mucho más importante, sobre todo para percibir lo que te dice una persona y cómo lo dice. Noto cuando alguien me mira o no, sé perfectamente cuando una persona me está prestando atención o no, si le importo o no, si le da igual o no.

-Dijo que le encantaban los niños ¿Le gustaría tener hijos?

-Sí, a mi me gustan los niños, pero entiendo que el tener un niño es un acto de una gran responsabilidad que tiene que ser en un momento adecuado, con una persona que también sienta y piense lo mismo que tú y esté dispuesta a asumir esa responsabilidad en la misma medida. De momento no se han dado todas esas circunstancias y yo no voy a tener un hijo para sentirme realizado como hombre, eso es un gran error que muchísima gente comete. Gente que dice bueno, ya me he comprado el coche, tengo la casa, ahora quiero un hijo, así me siento realizado. Pues no, si no tengo que tener un hijo no lo tendré. No lo necesito para sentirme realizado. No me llegó el momento.

-¿Cuáles son sus miedos?

-Solamente le tengo miedo a la posibilidad de tener miedo. Y de momento no le tengo miedo a nada. Debo ser un poco temerario.

-¿Qué fue lo que pensó cuando llegó a la cima del Aconcagua?

-El día 15 de enero de 1994, a las cuatro de la tarde, pisábamos la cima de la montaña. Allí tuve una sensación contradictoria: me sentí grande y pequeño a la vez. Pequeño porque pensaba qué hacía yo en la cima de América, con todo el continente mirándome… qué pequeño soy, pensé. Y por otro lado me sentía grande por haber sido capaz de superar esa meta que me había marcado. Me decía: qué grande eres, que has sido capaz de subir 6.959 metros. Es una experiencia que enriquece mucho porque da un listón más alto a la hora de marcarte nuevas metas, eso es lo que aporta el deporte. A veces nos complicamos la vida por tonterías y cuando estás realmente superando dificultades fuertes y las consigues, eso te ayuda a relativizar mucho la vida y sus problemas. Recuerdo una anécdota divertida: cuando llegamos a la cima los ciegos tiramos la cruz emocionados. Un grupo de argentinos nos vio y comentaron: "Che viste lo que hacen esos, ¿están ciegos o qué?". Los guías les decían que sí, que éramos unos ciegos españoles y no se lo podían creer (risas).

Otra cosa que recuerdo fue que cuando bajamos toda la gente del campo base (cientos de personas) hicieron como un pasillo y nos aplaudían. Tenéis que calcular que sólo el 30% de la gente que intenta subir lo consigue. Es complicado.


http://www.elpais.com.uy/Suple/DS/08/06/15/sds_351988.asp


El otro día leí la entrevista completa a Serafin Zubiri, y me encantó.

Más allá del programa de Tinelli, y blabla (todo lo que se suele criticar), las respuestas de él en esta entrevista, me parecieron increíbles.

Me gusta tomar de ejemplo a las personas que teniendo alguna dificultad, las pasan a todas por arriba. Me hace reaccionar de lo boluda que soy cuando me quejo por nimidades.

Vale la pena leer la entrevista completa...Yo copie la parte que más me gustó..

4 ohmmm:

Akasha! dijo...

Admirable.
Es verdad, nos quejamos de cada cosa...y ni siquiera intentamos superarnos a nosotros mismos.

Ojala todos los dias una pudiese escalar su propio Aconcagua a ciegas, no? Seria genial.

:)

Haciendo Catarsis dijo...

Ver a ese hombre me hace confirmar lo atrasados que estamos, y la importancia de mi viaje a España.. màs allà de que sea ciego, y un ejemplo de vida, tiene una forma de ver la vida que nosotros recièn estamos descubriendo, y que ningun ciego o pocos de acà te lo dicen.. es increible, y màs ganas de dan de irme a aprender todo lo que tengo por aprender allà, pero entiendo que todo a su tiempo, igual cada vez falta menos :)

Es como que ese hombre vino a enseñarnos mucho a nosotros :)

Besote Ohmi!!

Ana dijo...

El tipo ese es realmente admirable. Y con qué humor se toma todo! Muchos en su lugar, nos estaríamos pegando un tiro.

Daniel dijo...

Lindo artículo, sinceramente.
Y si, tenés razón cuando decís que nos achicamos ante cosas sin importancia.
Es un tema cultural. Siempre hemos vivido medio apoltronados y como dicen más arriba tal vez sea geográfico, o local el asunto.
Cada obstáculo es desde este punto de vista muy bueno porque nos hace crecer.
Igual está difícil dominar ese asunto. Solo se logra con mucho tiempo para reflexionar y la posibilidad de encontrarse con uno mismo.
Así, podés prender la luz.
Y no es difícil, podés encontrarte, pero muchas personas no encuentran el tiempo para eso, o no quieren encontrarlo por temor.
De cualquier forma, no importa lo que encuentres, siempre se puede cambiar.
Me gustó mucho este artículo.
Saludos
Daniel