miércoles, 28 de enero de 2009

Vamos de paseo, pi pi pi....



La ida a Aguas Dulces estaba medianamente planificada desde noviembre… Digo medianamente porque el plan era “colarnos” en lo que suelen ser las vacaciones de mi hermana.


Aparentemente no molestamos.

Mi hermana toma las 24 horas sol (si no hay sol, seguro que ella lo encuentra) así que siempre necesita que alguien le distraiga a los infantes. Y mi novio como tiene paciencia sirve para el rol de niñero ( y yo para el rol de chica de la limpieza).


O sea que no pagamos alquiler, a cambio de brindar estos servicios (que nadie nos pide, pero llenan el ojo al momento de garronear).


Así que una semana antes de poner el día de arranque, llevé el auto al control correspondiente, cambio de cubiertas (que se venía posponiendo por su costo), etcétera.


Fueron dos días concurriendo al taller.

El tema principal era la rueda de auxilio que tenía problemas (esto lo cuento a grandes rasgos porque no tengo ni puta idea sobre autos, solo sé manejarlo, de ahí a que casi me pongo a llorar en medio de la ruta cuando el auto casi explota).


Pensábamos salir el viernes por la mañana.

El jueves a última hora pasamos a buscar el auto, y creyendo en la eficiencia de los tipos del taller, agarramos el auto, y volvimos a casa.


Papá se iluminó (tarde) y se le dio por revisar el auto y comprobar que la rueda estuviera en su lugar. Cuando empecé a sentir los gritos, me di cuenta que algo estaba mal.

Los tipos nos dieron el auto, sin la rueda. Así que al otro día por la mañana había que ir a buscarla (los puteo por teléfono un rato, ya que no nos daba el tiempo para volver al taller).


El viernes luego de solucionado el temita (a eso de las 10.30 horas), emprendimos viaje. No sin antes pasar por Tres Cruces a almorzar, “canjear” (por segunda vez consecutiva), los helados que nos ganamos en La Cigale (si hay algo que hice este verano, es tomar mucho helado, y de los buenos, no de los “Conaprole”, ni “Crufi”, ja).

Y también comprar protector solar (factor 45, ya que el 60 salía demasiado caro para nuestro magro bolsillo).

En ese momento me di cuenta que sigo acumulando deudas (ya que le debo a mi novio como un millón de dólares, je), que pienso saldar este año sea como sea.


Siempre odié pedir prestado. Tengo una deuda que necesito cancelar para poder “eliminar” alguna gente de mi vida, y quedaría mal borrarme sin saldar mis cuentas (a parte de que me dañaría psicológicamente tener un comportamiento de ese estilo).


3 ohmmm:

Romina dijo...

Bendita plata!!!!!!!!
El tema es irse de vacaciones... la plata va y viene, ya vas a tener tiempo de laburar y devolverles a todos o a unos pocos lo que se debe. Tranquila...respira hondo y OHMMMMMMMMMMMMMMM!!!!!!!!!!!

Besito! ;)

La Ciudadana dijo...

Bueno, pero te fuiste o no?

en todo caso que pases muy lindo, y acordate,la rueda auxiliar es importante por si pinchás, claro que si no sabés cambiar una rueda....

besotes

Anónimo dijo...

Como sea, ¡te vas a la playa mujer!
Ten cuidado con el sol, que últimamente está medio asesino, y no son sólo ideas nuestras. Por lo demás disfruta mucho, que cuando vuelvas ya habrá tiempo de pagar las deudas, eso sí, no dejes pasar demasiado tiempo para hacerlo. ¡Cuando uno no tiene deudas, se duerme tan tranquilo!
Cariños.