jueves, 19 de marzo de 2009

Cosillas


-Odio el nuevo diseño de facebook.


-Amo la novela “Victoria” (ya sé que en otros países la dieron y terminó hace tiempo, si alguien me quiere contar el final, lo agradezco).


-Me tiene enviciada el nuevo alfajor de portezuelo “black extra dulce de leche”.


-Estoy enojada con “Tienda Inglesa”. En diciembre el atún de su marca salía $ 78, hoy sale $ 120. Y las espinacas que las tenían a $18, están como a $ 40… Que caro que es alimentarse.


-Hace como 4 meses que no tomo Coca Cola, ahora solo consumo Sprite, y la Coca Cola me asquea.


-En mi ropero se encuentra la ropa de mi novio, algunas pertenencias más, y encima le plancho las camisas. Hace un tiempo atrás, nunca lo hubiera imaginado.


-Pienso votar en las internas. La gente que me rodea odia que hable sobre política, a nadie le gusta, y a mi no me gusta que la gente sea incapaz de involucrarse con lo que pasa en el país donde vive. Aunque a veces no concuerde con otra persona a la hora de intercambiar ideas u opiniones, me satisface saber que del otro lado hay alguien que se informa y se preocupa, y puede mostrarme otra perspectiva.

Prefiero mil veces discutir y pelearme por política, a que del otro lado haya una persona que vive en una burbuja y no sabe lo que sucede.


-A pesar de todo lamento que mi voto sea al “menos peor”. Se que lo que voy a hacer va contra mis principios, que hay tres puntos fundamentales con los que difiero, e igualmente mi bronca acumulada pesa más.


-Sigo sin entender como una amistad de tantos años se quebró sin explicaciones, y lo único que deseo es poder devolver lo que debo y formatear mi disco duro mental.


-Me aburre hablar de hombres. No me interesa. Me divertía cuando era más chica, cuando yo también me quejaba, cuando estás en esa etapa de conocimiento. Me cuesta enganchar el tema, perdí la sintonía y no me divierten ciertas historias. No sé si es porque yo estoy felizmente en pareja, o porque es normal en mi edad que haya perdido la gracia.


-A veces me dan ganas de levantar el teléfono y decirle a mi hermana que es una reverenda hija de puta (sé que mamá no tiene la culpa). Que lamento que llevemos la misma sangre, que odio que sea incapaz de llamar a mis padres para ver si necesitan algo. Que haya estado una semana entera llamando a casa para contar sus problemas con el marido, pero cuando internaron a papá parece que se le hubiera jodido el teléfono.


-A pesar de mis diferencias con mis padres, nunca podría dejarlos tirados, y me doy cuenta que estoy sola para ellos, y a pesar de la bronca que me de que la otra se borre, me siento super poderosa, y me da gusto tener ese poder, aunque me sienta chiquitita como una hormiga, para mover todo ese peso.



1 ohmmm:

Ana dijo...

Me encanta, porque el post arranca así todo "frívolo" (yo también odio el nuevo FB) y termina muy profundo... jajaja.