lunes, 16 de junio de 2008

La marcha negra de los pingüinos


Me tomé el atrevimiento de “tomar prestado” del blog de Daniel (http://b-logger.net/ ) el siguiente texto.

Vale la pena leerlo, y si les es posible, difundirlo,

gracias.


El pingüino Rony emprendió su primer viaje migratorio del invierno austral. Que aventura tan grande!!! Cruzar desde la Patagonia hasta el Sur de Brasil por el Atlántico. ¡Brasil! ¡Un país lleno de color y alegría! Todos marcharían juntitos y eso lo tranquilizaba. Era un viaje largo y lleno de peligros, pero la unión hace la fuerza y ningún enemigo podría ser tan fuerte para enfrentar a miles de pingüinos. Rony estaba feliz y tranquilo. Los más jóvenes, como él, nadarían cerca de la costa, pues allí estarían más seguros, mientras que los pingüinos más adultos lo harían mar adentro.


La primera mitad del viaje fue fantástica, tal cual la habían imaginado. Pura diversión, aunque poco a poco comenzaba a sentir el cansancio de un viaje tan largo. Pero nada que no se pudiera solucionar con una buena pesca de calamares y pejerrey.


De pronto Rony sintió las aletas más pesadas, sintió que su nado se enlentecía. No entendía que pasaba. ¿Sería el cansancio? Miró a sus amigos y todos parecían encontrarse igual de lentos que él. Cada vez podía nadar menos, pero además comenzó a sentir un frío insoportable. Agitó su colita para producir el aceite que impermeabiliza sus plumas del frío. Pero cuando quiso tomarla con su pico para luego untarse con ella, se dio cuenta de que estaba cubierto por una sustancia negra y pegajosa, con un olor desagradable. Pronto no pudo nadar más, sus alitas estaban casi inmóviles y la marea lo estaba arrastrando a la orilla poco a poco. Su respiración era cada vez más lenta, pues sus narinas estaban tapadas por este líquido negro.


Al llegar a la orilla, miró su alrededor asustado y confundido. Su corazón casi se paró al ver la orilla bañada de negro y tapizada por decenas de pingüinos igual que él. Eran sus amigos, sus compañeros de viaje, aquellos quienes junto a él habían partido a la aventura de su vida y que ahora se encontraban casi inmóviles. Pero también habían otras especies marinas: tortugas, lobos marinos y macáes. El mundo se veía en blanco y negro. Hizo un esfuerzo por acercarse a otro pingüino para preguntarle qué pasaba. ¿Quién era este enemigo tan potente que estaba destruyendo a una generación entera de pingüinos y les estaba inflingiendo tal agonía? Pero ya no podía moverse.


Llamó a sus padres, pensando que tal vez también se encontraran en la orilla. Pero ellos no habían sido atacados por la mancha. Se habían salvado por ir mar adentro. Ya no podían oírlo. En su desesperación Rony comenzó a picotear a su enemigo, intentó arrancarlo de su cuerpito, trató de liberarse con todas sus fuerzas a través de su pico y sin darse cuenta comenzó a tragar el líquido negro. Poco a poco sus fuerzas se fueron desvaneciendo, así como su primer viaje, que lejos de los colores de Brasil tuvo como destino un mar negro.


Pero, a pesar de todo Rony tuvo suerte. Es uno de los cientos de pingüinos rescatados por S.O.S Rescate de Fauna Marina. Otros cientos han muerto y todos los que tengan ojos para ver, serán testigos de esta cruel realidad en las playas de Canelones y Maldonado.


Actualmente en su sede en Punta Colorada, se encuentran alrededor de 120 pingüinos siendo rehabilitados por Richard Tesore, director de la ONG y un grupo de voluntarios. Pero como en toda situación de emergencia, las necesidades para poder llevar a cabo esta importante tarea son muchas. Los pingüinos comen alrededor de 1 kg de pesado diario, multiplicado por 120, son 120 kilos de pescado diarios, que equivalen a unos 4.800 $ por día. A esto se le suma, el suero y las sondas necesarias para estabilizarlos cuando llegan, el jabón para quitarles el combustible – ardua tarea ésta-, guantes, baldes. Además la rehabilitación para su posterior liberación se estima en un período de entre 45 y 60 días, lo cual maximiza la necesidad de colaboración de todo tipo.


Asimismo, es menester tomar consciencia de que la temática de la contaminación en el mar es un gravísimo problema que nos atañe a todos. Este tipo de contaminación no desaparece. Parte del petróleo se disuelve en el agua envenenándola. Y el resto que queda forma el “mousse”: emulsión gelatinosa de agua y aceite que se convierte en bolas de alquitrán densas, semisólidas, con aspecto asfáltico. Cuando no lo vemos se va al fondo. Esto contamina moluscos bivalvos, peces, desequilibrando ecosistemas y sin lugar a dudas, afectando también nuestra pesca, que no escapa a esta contaminación, y por consiguiente a las fuentes de trabajo y al turismo.


S.O.S Rescate de Fauna Marina agradece a toda la prensa la difusión de esta información para generar consciencia sobre el tema y además para lograr rescatar entre todos a tantos animales marinos como sea posible.


Es posible colaborar con esta ONG a través de donaciones que pueden ser depositadas en Abitab y Western Union -desde el exterior- a nombre de Richard Tesore, CI 1.747.219-3. Para aquellos que dispongan de su tiempo para tan noble labor por favor comunicarse al 094.330.795.


Además se reciben las siguientes donaciones:

  • Alimentos: pescado
  • Materiales:
    Sueros, multivitamínicos, aceite mineral, jeringas, agujas descartables, sondas, algodón, gasas, carbón activado, guantes descartables.
  • Materiales de construcción, maderas, cerámicas, etc.
  • Limpieza: detergente, hipoclorito, guantes, baldes, equipos para lluvia, botas de goma, etc.
  • Otros: toallas, cartón, maderas u otros para mejorar los encierros y aislarlos del frío.

Desde ya muchas gracias por su apoyo, los mantendremos informados.

Equipo de S.O.S Rescate de Fauna Marina

Teléfono 043- 20011
Móvil: 094 330795

e-mail: sos-faunamarina @adinet.com.uy

Punta Colorada, Piriápolis


www.sos.elacuarista.com




4 ohmmm:

Ana dijo...

Sí que hay que tomar conciencia de una vez por todas de que estamos arruinando a este mundo y a todas las especies que habitan en él (incluyéndonos, desde ya).

Hagamos Ohm dijo...

Es que somos tan necios que nos pensamos que nada nos toca.

Que esas cosas no nos afectan.

Que podemos hacer lo que sea y al medio ambiente no le afecta.

Y pasamos por alto estas cosas. Si fueran perros en vez de pinguinos, más de uno difundiría la información...

Daniel dijo...

Gracias Ohmmmm!!
Divina!
Daniel

Hagamos Ohm dijo...

Gracias a vos por subirlo a tu blog!

Lo reenvie por mail a mis contactos para darle difusión, como decís vos, uno manda tanta boludez por mail, esto me pareció importante...