sábado, 21 de junio de 2008

En el mismo destino



Bendito el lugar
y el motivo de estar ahí
bendita la coincidencia.
Bendito el reloj,
que nos puso puntual ahí
bendita sea tu presencia.


(lo que sigue no es apto para diabéticos)


Si aquel domingo yo hubiera decidido ir al cumpleaños de Mathías, en vez de haber estado donde tenía que estar, jamás te hubiera conocido.

Si no hubiera decidido olvidarme de mi pasado, y confiar que mi “mala suerte” en el amor, podría dar un giro, hoy no estaríamos acá.

La decisión fue la correcta. Disfrutar de lo que estaba pasando en aquel entonces, sin esperar nada. Dejando que las cosas se dieran como tuvieran que darse, sin forzar, sin exigir. Vivir cada momento lentamente...

Porque así lo quisimos. Ir despacio. Todo a su tiempo, porque los dos sabíamos que las cosas si tenían que pasar, iban a pasar.

Así es como hoy ya llevamos 2 años y 1 mes, por tomar las cosas con calma.

Y quisiera llegar a viejita juntos. Como esas parejas que tienen 80 años y caminan por la calle de la mano y me muero de ternura.

Los veo y me pregunto “¿cómo habrá sido su historia?”.

Ya he escuchado varias veces de esas parejas que viven toda su vida juntos, y cuando uno de los dos fallece, el otro enseguidita también lo hace.

Igualmente, yo deseo vivir con él todos los momentos y el tiempo que tenga que ser, porque si tenemos que transitar esta vida juntos, probablemente lo hagamos =)

2 ohmmm:

Ana dijo...

Eso sí que es estar enamorada eh?!? Qué lindo, qué lindo! Es el mejor estado en el que se puede estar...

GaTo Y RenGo dijo...

Me empalago tu post jajajaja, bien por ti, saludos!